AgroTech Fenalce 

Fenalce entregó más de 33 mil kilos de semillas de maíz y fríjol caupí a pequeños agricultores afectados por el clima y los precios

Se entregaron 8.400 kilos de semillas mejoradas de maíz amarillo FNC 8134, para la siembra de alrededor de 420 hectáreas. Cada agricultor recibió 1 bolsa de 20 kilos, con 70.000 semillas, para la siembra de 1 hectárea.

Se entregaron 25.000 kilos de semillas de fríjol caupí mejoradas, para la siembra de alrededor de 1.250 hectáreas. Cada agricultor recibió 20 kilos para la siembra de 1 hectárea.

1.670 productores fueron beneficiados con la entrega de semillas.

14 de noviembre de 2025. Con el propósito de atender las necesidades de los pequeños productores afectados por las inclemencias del clima y el precio de los granos a nivel nacional, brindándoles un alivio a sus dificultades, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya – Fenalce les entregó 8.400 kilos de semillas mejoradas de maíz y 25.000 kilos de semillas de frijol caupí mejoradas en diferentes zonas del país.

Estas entregas se hicieron a través de los proyectos: “Fomento a la siembra de maíz como alternativa de rotación y asocio sostenible en agrosistemas sustentables” y, “Fomento al cultivo de fríjol caupí en la pequeña agricultura familiar y comunitaria de la costa caribe colombiana”, que cuentan con el apoyo y financiamiento del Fondo Nacional de Cereales y el Fondo Nacional de Leguminosas, respectivamente, tanto para la entrega de semillas como para el acompañamiento técnico a los productores.

En total, se entregaron 33.400 kilos de semillas a 1.670 pequeños agricultores, en 9 departamentos del país (Córdoba, Sucre, Bolívar, Cesar, Huila, Tolima, Atlántico, Magdalena y Guajira).

“En el caso del fomento a la siembra de maíz es importante considerar que este grano es una alternativa productiva muy importante para la seguridad alimentaria, pero también lo es desde el punto de vista de la economía del país, ya que es un producto altamente importado; por este motivo generar capacidades en producción sostenible con maíz como opción de rotación o en asocio con otros cultivos es fundamental. El maíz es fuente de alimentación y nutrición en la agricultura familiar y campesina, por eso entregamos semillas mejoradas a pequeños agricultores y les estamos brindando capacitación y asistencia técnica”, afirmó Arnulfo Trujillo Díaz, gerente general de Fenalce.

Con respecto a la entrega de semillas de fríjol caupí añadió, “el fríjol caupí es fuente de alimentación y nutrición en la agricultura familiar y campesina, este grano viene convirtiéndose en una alternativa muy importante no solo desde el punto de vista de seguridad alimentaria, sino también desde el punto de vista económico para las familias de la región caribe colombiana. La siembra de esta leguminosa viene creciendo de una manera importante y el uso de este grano en la alimentación humana viene cambiando de ser un plato de la época de semana santa a ser un alimento de uso cotidiano, de ahí la importancia de entregar semillas y brindar capacitación a pequeños agricultores”.

Fomento a la siembra de maíz

El proyecto “Fomento a la siembra de maíz como alternativa de rotación y asocio sostenible en agrosistemas sustentables, con pequeños agricultores en las principales zonas productoras de Colombia en el 2025”, tiene como objetivo fomentar la siembra de maíz como alternativa de producción sostenible en agrosistemas sustentables, a través de la entrega de semillas mejoradas, capacitación y extensión rural para pequeños agricultores en las principales zonas productoras de Colombia en el 2025.

En los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Cesar, Huila y Tolima, 420 pequeños productores de agricultura familiar y comunitaria serán beneficiados con esta iniciativa. En total se entregaron 8.400 kilos de semillas mejoradas de maíz amarillo FNC 8134, para la siembra de alrededor de 420 hectáreas en estos seis departamentos productores de Colombia. Cada productor recibió 1 bolsa de 20 kilos, con 70.000 semillas, para la siembra de 1 hectárea.

Se espera obtener producciones de alrededor de 2.520 toneladas con orientación especialmente al mercado de consumo humano en el mercado local, en elaboración de alimentos básicos a base de maíz como las arepas, hallacas, envueltos y peto, entre otros; así mismo, se busca contribuir a la sustitución de importaciones y a la generación de ingresos.

Con una inversión de más de 500 millones, este proyecto inició en octubre de este año y se extenderá hasta marzo del 2026. La entrega de semillas mejoradas de maíz se llevó a cabo en octubre, la capacitación a agricultores inició en octubre también e irá hasta diciembre, mientras que la asistencia técnica y extensión rural a beneficiarios se prolongará hasta marzo del otro año. Ahora bien, el apoyo a la comercialización asociativa se brindará el primer trimestre de 2026.

La asistencia técnica y capacitación para el establecimiento de los cultivos de maíz está a cargo de profesionales agrónomos. Estas se realizan en coordinación con las asociaciones de productores y/o Umatas de los municipios cubiertos por el proyecto.

Impacto social del proyecto

Aproximadamente, 420 familias de bajos recursos con necesidades no satisfechas tienen la posibilidad de acceder a alimento nutritivo y carbohidratos de buena calidad a través de la cosecha y uso en alimentación humana del maíz.

Esta cereal básico produce proteína y carbohidratos de excelente calidad brindando la posibilidad de mejorar el nivel nutricional de la población a nivel local y favorecer con recursos a los productores que cultivan el maíz.

Impacto económico del proyecto

Dado el nivel de consumo como maíz verde en mazorca y en grano seco para la elaboración de masa para arepas, envueltos y hallacas, es una oportunidad para la generación de ingresos basado en la producción de alimentos para el autoconsumo y para la oferta a nivel local.                                                    

Impacto ambiental del proyecto

Es una alternativa de rotación de cultivos, como cultivo que se adapta a distintos climas y pisos térmicos.       

Fomento al cultivo de fríjol caupí

El proyecto “Fomento al cultivo de fríjol caupí en la pequeña agricultura familiar y comunitaria de la costa caribe colombiana”, tiene como objetivo fomentar el cultivo de fríjol caupí como estrategia para la seguridad alimentaria y nutricional en la pequeña agricultura familiar y comunitaria de la costa caribe colombiana, a través de la entrega de semilla y capacitación a los agricultores.

En los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, Cesar y Guajira, 1.250 pequeños productores serán beneficiados con esta iniciativa. En total se entregaron 25.000 kilos de semillas de fríjol caupí mejoradas, para la siembra de alrededor de 1.250 hectáreas en estos siete departamentos de la costa caribe colombiana. Cada productor recibió 20 kilos para la siembra de 1 hectárea.

Se espera obtener producciones de alrededor de 1.625 toneladas de fríjol caupí para la sustitución de importaciones. También se busca generar capacidades de producción de proteína vegetal natural, como fuente de alimentación y generación de ingresos, para los agricultores de esta zona del país.

Con una inversión de más de 300 millones, este proyecto inició en enero de 2025 e ira hasta diciembre. La entrega de semillas mejoradas de fríjol caupí se llevó a cabo de marzo a noviembre, la capacitación a agricultores inició en enero y se extenderá hasta diciembre.

Las capacitaciones para el establecimiento de los cultivos de fríjol caupí se realizan con el acompañamiento de las Umatas de los municipios cubiertos por el proyecto.

Sostenibilidad económica del proyecto

La adopción se enfoca en el mejoramiento de la productividad y competitividad del sector. Las prácticas innovadoras adoptadas ofrecen mejoramiento de la rentabilidad, bien sea por medio del aumento de la productividad o mediante el uso de prácticas que reduzcan costos.

Sostenibilidad técnica del proyecto

Mediante el proceso de adopción tecnológica, el agricultor incorpora tecnología a su proceso productivo, que se refuerza con las capacitaciones temáticas. Técnicos y agricultores líderes capacitados, serán replicadores del conocimiento.

Sostenibilidad social del proyecto

Las actividades de extensión mediante el desarrollo de proyectos y alianzas productivas incentivan el trabajo comunitario para comprar insumos, comercializar grano o emprender cadenas de valor.

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